Dron arrojó un explosivo directamente sobre una vivienda habitada. Cuatro personas resultaron heridas, entre ellas un menor

Papantla, Ver., 8 de agosto de 2025.— Una explosión brutal sacudió a Papantla esta madrugada. Un dron arrojó un explosivo directamente sobre una vivienda habitada. Cuatro personas resultaron heridas, entre ellas un menor. Nadie vio venir el ataque. No hubo aviso. Solo el estallido.

Ocurrió a las 2:00 de la mañana en la calle Monte de Sión. El artefacto atravesó el techo y estalló dentro de la casa. Láminas retorcidas, paredes abiertas, gritos, sangre. La familia dormía.

Vecinos despertaron sobresaltados. Algunos salieron a la calle sin entender qué había pasado. Otros se tiraron al suelo. Muchos pensaron que era el inicio de algo peor. El estruendo se escuchó a varias cuadras. Cundió el miedo.

Testigos dicen haber escuchado un zumbido segundos antes de la explosión. Era el dron. Nadie logró verlo con claridad. Nadie logró detenerlo. Voló, atacó y desapareció.

Policías, soldados y cuerpos de emergencia llegaron después. Demasiado tarde para impedirlo. La zona fue acordonada, pero los responsables ya no estaban. No hubo persecución. No hubo arrestos. Solo escombros, vidrios rotos y una familia llevada al hospital.

Este no es el primer ataque de este tipo. En esa misma colonia, hace unos meses, una mujer perdió una mano por un explosivo casero. También lanzado desde el aire. Tampoco hubo detenidos. Hoy la historia se repite, pero más grave.

Papantla no enfrenta una amenaza cualquiera. En medio de la noche, sin previo aviso, alguien lanzó un explosivo sobre una familia. Nadie sabe quién. Nadie sabe por qué. Y lo más alarmante: nadie sabe cuándo volverá a ocurrir.

Por Moisés Sánchez