Hoy se cumplen 22 años de uno de los mayores atentados terroristas en la historia hacia la nación de las barras y las estrellas.

Los recuerdos de una pesadilla:

En la mañana del 11 de septiembre del 2001, 19 terroristas de Al Qaeda secuestraron cuatro aviones comerciales y los convirtieron en misiles de precisión. El primer avión se estrelló contra la Torre Norte del World Trade Center en la ciudad de Nueva York. Dieciséis minutos después, el segundo avión chocó contra la Torre Sur. Los habitantes de Manhattan abandonaron sus automóviles y observaron cómo se desarrollaba el desastre 110 pisos más arriba. Un tercer avión se estrelló contra el Pentágono, sede del Departamento de Defensa en Arlington, Virginia. El último avión probablemente estaba destinado al Capitolio, pero se estrelló en Shanksville, Pensilvania, después de que los pasajeros intentaran sin éxito arrebatar el control de la cabina a los terroristas.

La colisión provocó una explosión masiva que arrojó escombros en llamas sobre los edificios y calles circundantes. Fue la mayor agresión contra Estados Unidos y en su propio suelo: 2.977 personas murieron en los cuatro ataques, incluidos 343 bomberos de los primeros que llegaron a ayudar, especifica el 9/11.

Sin verdad, la pesadilla sigue para decenas de supervivientes y víctimas directas e indirectas de una jornada que difícilmente la humanidad podrá olvidar.