Reino Unido quedó profundamente conmocionado por el caso de Branson Battersby, un bebé de apenas dos años que fue encontrado muerto de hambre en los brazos de su padre

Desgarrador. El Reino Unido quedó profundamente conmocionado por el caso de Branson Battersby, un bebé de apenas dos años que fue encontrado muerto de hambre en los brazos de su padre, quien también había fallecido días antes.

La tragedia ocurrió en Skegness, Lincolnshire, donde la familia ya era conocida por los servicios sociales debido a su situación vulnerable. Una trabajadora social intentó visitar el hogar, pero nadie respondió. Alarmada, contactó a las autoridades, aunque no recibió respuesta inmediata.

Finalmente 5 días después, la mujer regresó con una llave facilitada por el casero y descubrió una escena devastadora: el padre, de 60 años, había muerto de un infarto, y el pequeño Branson, sin acceso a comida ni agua, había permanecido a su lado hasta morir también.

El caso ha generado una ola de indignación y tristeza en todo el país pese haber ocurrido hace algunos meses, con fuertes críticas al sistema de protección infantil. La trabajadora social —profundamente afectada— solicitó la baja laboral, mientras la sociedad británica se pregunta cómo una tragedia tan evitable pudo llegar tan lejos sin que nadie actuara a tiempo.